El mascotismo o tenencia de especies de animales silvestres con fines de retenerles en cautiverio, como mascotas, o animales en entornos domésticos, es un fenómeno que tiene orígenes y motivaciones multicausales, y que amenaza de manera dramática a fauna y a personas. Esta práctica, además de estar regulada en tratados internacionales que protegen especies, involucra también la configuración de delitos como la extracción de animales silvestres de sus hábitats, la retención ilegal y en condiciones que ponen en peligro la vida de estos animales para luego ser transportados en contextos deplorables, que la mayor parte de las veces provoca la muerte y daños severos a los animales. Algunas estadísticas apuntan a que 9 de cada 10 individuos capturados mueren antes de llegar al comprador. Pero el mascotismo provoca daños profundos y afectaciones en la fauna, traumas y patologías en el comportamiento a los que logran sobrevivir que luego son difíciles de reparar. En Ladera Sur conversamos con Diego Peñaloza, vocero de la Comisión Nacional de Fauna Silvestre y Medio Ambiente del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet), experto en fauna silvestre. Y también con Arlene Cardozo Urdaneta, bióloga e investigadora de Provita, una organización venezolana enfocada en conservación, y coordinadora de la Iniciativa Cardenalito, que protege el cardenalito o jilguero rojo (Spinus cucullatus); y también con María Daniela Pineda, bióloga de la Universidad de Los Andes (Venezuela), especialista en el Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña (Amazona barbadensis) y Coordinadora de Campaña del proyecto para reducir la demanda en el tráfico ilegal de aves venezolanas. Esto nos contaron sobre el mascotismo y tráfico de especies.

Ver noticia completa – laderasur.com